Hermandad - Cap. 01

Cap. 01 Travesuras. El hechizo del joven mago

En el mundo que todos conocemos, el mundo donde los humanos dominaban la tierra, vivían dos jóvenes de 17 años de procedencia italiana. Katrina y Luka Dapolo. Los gemelos caminaban tranquilamente uno al lado de otro recorriendo las calles en una ruta que se sabían de memoria.

Tal lo acordado, unos 5 minutos después de que los gemelos salieron de casa una chica de piel morena y halagador cuerpo se acercó a ellos, después de regalarle una de sus mejores sonrisas les saludo con un simple “Buenos días” y los gemelos imitaron su gesto. Poco después al trio se le unió el último miembro, quien era Erika, la de ojos oscuros y cabello llamativo. Dio igualmente los buenos días y camino juntos a sus mejores amigos.

Poco después de aquellos el grupo de jóvenes llego a su meta, la universidad donde todos estudiaban carreras distintas. Se dieron unas palabras de despedidas, unas cuantas bromas, Luka beso la frente de su hermana pequeña y cada quien fue por su camino.

Esa era por así decirle, su rutina de todas las mañanas. Arduamente los cuatro chicos habían trabajado para que sus horas de descanso quedaran iguales y poder estar juntos de vez en cuando.

La primera era a las 9:25 am, los cuatro chicos salían de clase y se reunían en el patio trasero de la universidad, se sentaban a los pies de un enorme árbol y compartían el desayuno.

* Perfecta * se escuchó la voz de un joven niño, pero de los cuatro la única que lo noto fue Katrina quien de inmediato volteo a los lados buscando el paradero de aquello.

- ¿Qué pasa Kat? – le pregunto su hermano al ver como la chica miraba inquietamente a todos los lados.

- No – trato de convencerse – No fue nada, supongo que son locuras mías – la joven chica le sonrió a su hermano intentando calmarlo, este suspiro y siguió con lo suyo.

Katrina no volvió a escuchar aquella dulce voz y siguió con su comida.

Sin embargo, una vez que los cuatro chicos habían terminado de desayunar y estaban listos para irse de nuevo a sus clases y fuerte viento se sintió, logrando enmarañarle el cabello a todos y haciendo que subieran la guardia.

- ¿Un tornado? – pregunto Marian quien se cubría la cabeza con los brazos.

- Imposible – gritaba Luka quien de inmediato miro el cielo y noto que estaba en perfectas condiciones.

Aquel fuerte viento logro arrastrar a los cuatro chicos sin rumbo alguno.

Las cabezas de los humanos chocaron contra árboles, piedras y el suelo, logrando así dejar sin conciencia a todos ellos.

- ¿Tenías que traerlos a todos? – pregunto la masculina voz de Arthur quien regañaba al pequeño.

- No tenía opción, estaban todos juntos – se excusó a regañadientes el joven mago.

Los dos chicos observaron los cuerpos de los cuatro humanos y suspiraron.

- Date prisa, hay que llevarlos a las tierras de Logan – explico Mike mientras tomaba el cuerpo del único chico y lo ponía sobre sus hombros.

Arthur tomo a las tres chicas, y se quedó observando a una de ellas, Erika quien reposaba tranquilamente sobre los brazos de Arthur había logrado llamar la atención de este simplemente por su cabello.

- ¡Que te apures! – lo regaño el mago al ver que se había quedado quieto por más de 10 segundos seguidos, el dragón se espabilo y toco el hombro del su pequeño compañero.

Mike cerro los ojos y utilizo su habilidad favorita, la teletransportación, y de un segundo a otro habían pasado de estar a las afueras del hogar de Mike a estar en el bosque que queda a 10 minutos del hogar de Logan.

Mike vive en las tierras bajas de fuego, donde la temperatura promedio es entre 40 a 45 °C y Logan vive en las tierras bajas de agua, cerca del océano donde la temperatura promedio es entre 15 a 20 °C. La distancia entre estos dos hogares era mayor a los 5 mil kilómetros.

- Muy bien niño, ya está… ahora vámonos de aquí antes de que se me congele el trasero – gruño Arthur quien odiaba estar en una temperatura menor a los 30 °C

- Ya voy, ya voy – dijo como si nada el pequeño mago quien también temblaba por el frio, acaricio el rostro de Katrina y le sonrió – Has lo mejor que puedas, te lo encargo – le susurró al oído y se acercó al dragón, después de tocarle el antebrazo se teletransporto de nuevo a su cálido hogar.

Cerca del húmedo bosque donde estaban los humanos había un grande castillo color ocre donde vivía Logan, quien es ese instante se encontraba leyendo su papeleo de cómo iba las cosas en su tierra.

De repente, el joven mago se detuvo, su vista se puso borrosa y la cabeza le dio vueltas, un fuerte olor lleno sus pulmones y logro embobarlo por completo.

- ¿Qué pasa? – se preguntó a si mismo ignorando aquel aroma y se restregó los ojos con las manos.

La respiración se le volvió pesada al igual que el resto de su cuerpo.

Aquel malestar fue interrumpido bruscamente por William, un adulto de la tercera edad pero en perfectas condiciones quien hacia el papel de mayordomo.

- Mi lord – lo llamo – Mi lord… Humanos – aquella simple palabra alerto tanto al mago de agua que se levantó de su asiento de un solo golpe – Me han llegado noticias de que han aparecido humanos en uno de los bosques del este – el anciano se veía terriblemente preocupado y alarmado.

Logan, por otra parte, logro calmarse y agudizar la mirada.

- Dile a Key que venga de inmediato – ordeno el gran mago mientras acomodaba su ropa, William asintió y se retiró a paso veloz.

Unos 40 segundos después un apuesto pelirrojo entro a la habitación.

- ¡¡Estoy listo para la acción!! ¡¡WUJUUU!! – grito energéticamente, Logan no hizo más que voltear los ojos y caminar hacia él.

Key era un aliado de la tierras del fuego quien desde pequeño vivía juntos a Logan sirviéndole como escudero, mano derecha y hermano.

Logan llamo a William y pido la posición exacta del paradero de los humanos, una vez que el mago de agua supo exactamente a donde debía llegar poso su mano sobre el hombro derecho de su escudero y se treletransportaron justo a la zona indicada.

Los rumores eran cierto, frente al Gran Mago del Agua y al joven Fénix había 4 humanos inconscientes acostados sobre el verde pasto.

Key logro ver entre la maleza del bosque un lobo salvaje quien gruño de inmediato al verlo.

- Shu – le indico el taheño al animal moviendo su mano, el lobo salvaje sabía por instinto que jamás podría ganar una batalla 1 a 1 contra un fénix así que simplemente se retiró.

Logan se acercó a los humanos, y su nariz ardió después de que este inspiro demasiado fuerte. El olor, que no era para nada desagradable, provenía del cuerpo de la chica más delgada. 

Los azules ojos del joven mago recorrieron el cuerpo de esta tan lentamente que fue hasta desesperante para este.

Jamás había visto un cabello de ese color y con esa forma, jamás había visto un tono de piel que fuese más claro que el de él, jamás había visto una figura tan elegante y delicada y jamás había visto un rostro tan angelical.

De nuevo un leve mareo pasó por todo el cuerpo del peli negro y este tuvo que sacudir la cabeza para espabilarse. Paso a mirar a los otros, había un chico que era idéntico físicamente a aquella chica que tanto le llamaba la atención, y dos chicas más.

- Vamos Key, saquemos a estos chicos de aquí antes de que les pase algo –

Logan puso una rodilla en el suelo y tomo el cuerpo del chico, de un solo movimiento se lo engancho a la espalda y luego paso a cargar sobre sus brazos a la chica de aquel aroma, por alguna extraña razón la cargo con delicadeza y se levanto lentamente. Key se encargó de cargar a las otras dos chicas, pero este las tomo como saco de papas y las sostuvo sobre sus hombros como si nada.

El Fénix se acercó a su hermano adoptivo y después de hacer contacto físico con él, el mago los teletransporto a todos a su hogar…

Continuara...